¡Bajo el mar!

En septiembre fué el cumple de mi princesa, 3 añitos y se me han pasado volando!!! Ojalá pudiera conservarla con esta edad mucho tiempo, está tan comestible!!!
Por aquel mes venía haciendo un calor de muerte, tenía varios compromisos y estaba en medio de un curso galletil; pero ¿cómo no festejar el cumple y hacer todo lo que esté al alcance de uno para celebrarlo?
A mi peque, como a muchas niñas de su edad, le gustan mucho las princesas Disney. Pero ella tiene una especial predilección por Ariel, La Sirenita, y sus amigos marinos. Así que decidimos que este año el tema del cumple sería La Sirenita.

 Y ahí fué su madre como una loca buscando imágenes, ideas y cuanta cosa encontraba por la red para hacer galletas de Ariel y el mundo marino. Creo que la obsesión por hacerlas era más mía que de ella; de hecho no se comió ni una, pero es que cuando se me cruza algo en la cabeza...

Después de transnochar durante una semana conseguí terminarlas y la verdad quedé muy contenta. Debo decir en mi defensa que acababa de comenzar el curso de Mensaje en una galleta y había muchas cosas que aún no había aprendido; en especial sobre la glasa.

Hoy las miro, y sí, veo un gran trabajo, porque recuerdo lo que me costaron!!!! Pero la verdad es que les encuentro miles de defectos y sé que si las hubiera hecho luego del curso, con todo lo que sé ahora podría haberlas hecho realmente preciosas!!!!

Mi glasa no era buena, se desintegraba al mínimo roce y la superfcie no era lisa, sino rugosa, de aspecto harinoso. Yo no sabía cual era el verdadero aspecto, aunque no las veía tan espectaculares como las que se ven por internet; pero pensaba que solo era cuestión de práctica. Y en realidad, más que de práctica era cuestión de tener la receta perfecta y seguir el procedimiento correcto. Nada más!!

Hoy tengo esa receta y la preparo de memoria, puedo preparar distintas consistencias para diferentes resultados prácticamente a ojo, sé teñir con los colorantes correctos y hacerla de una calidad tan buena que hasta puedo pintar sobre ella. Y no es todo mérito mío, sino de mis grandes maestras; pero aún así estoy orgullosa de estas galletas, de lo que he conseguido aún sin saber lo que sepo hoy y sin bajar los brazos ante los errores.

 Para mi niña fué fabuloso ver a sus "amiguitos" en galletas, aunque repito, no se comió ni una; todavía no sabía lo que se estaba perdiendo!! Y para mí fué tremendamente satisfactorio ver su felicidad con algo tan simple; ella no entiende de glasa mal hecha, consistencias inadecuadas, ni rollos de madres perfeccionistas!!

 Así que con toda la pila de galletas decoré la tarta, nos comimos el resto y también preparé unas galletas del número 3, que repartimos en el parque junto a globos y gusanitos para todos sus amiguitos.
Hice una sirenita gigante, para coronar la tarta, la cuál decoré también por detrás y horneé unos cupcakes de arándanos y de coco con buttercream de merengue suizo de dulce de leche que les encantaron a todos!!

Y así pasó otro cumple más!! Era la primera celebración en la que le preparaba galletas decoradas y creo que, ahora que ya se las come, no dejaré de hacerlo jamás!! A ver si pienso lo mismo dentro de unos años cuando me pida galletas de estrellas del pop adolescentes...
Un beso muy gordo y buena semana para tod@s!!!
Tenemos ya el árbol listo?